Desde el día anterior, las hermanas
habían llegado con expectativas, con deseos de aprender algo nuevo. Fuimos
llegando poco a poco de los diferentes monasterios, con algunas nos conocíamos,
con otras no, pero todas nos sentíamos hermanas, hijas de una misma madre y de
un mismo padre: Teresa y Juan de Cruz.
Entre abrazos que van y vienen,
sentíamos un gran vacío, alguien faltaba y era el padre, amigo, hermano Jesús
Arroyo. Todas recordábamos palabras, gestos, frases, anécdotas que había
manifestado, pero sobre todo la mano, la luz que fue en los momentos críticos
de la vida. Que descanse en paz.
En el saludo de bienvenida, la hermana Presidenta Marcia, nos invitó a
orar en profundidad, abiertas y disponibles a lo que el Espíritu de Dios nos
inspirara como mujeres consagradas,
carmelitas contemplativas y como Asociación. La eucaristía de apertura fue celebrada
por Monseñor René Coba, quien con espíritu animoso y sencillo nos inculcó a
dejarnos moldear e impulsar por el Espíritu, convirtiéndonos en una ánfora
portadoras del amor de Dios o en esa tierra nueva y cielo nuevo.
Pasamos a la cena donde contamos que
éramos 35 asistentes para el curso. La recreación estuvo animada por las
hermanas del Carmen Bajo, luego oficio de Lecturas, Completas y a descansar.
4 DE SEPTIEMBRE :
La liturgia estuvo dirigida por las hermanas de Santo Domingo, con su
creatividad nos motivaron a la acción de gracias y alabanza a Dios, por haber suscitado
el carisma teresiano, del cual somos herederas; compromiso es que desde la fe y
el amor vivamos y muramos al servicio de la Iglesia a imitación de nuestra
santa Madre.
A las 9:15 am. Tocó la campana
convocándonos para lo que nos habíamos reunido: el curso de Psicología.
Sentimos que los años y la vida dejan
sus huellas, como es enfermedades, traumas, heridas, decepciones y ponernos en
armonía: sintonizar, dialogar y preguntar qué pretende Dios decirme a través de
estas situaciones anímicas, ha sido la tarea de hoy con la ayuda de la hermana
Frances Slater, religiosa misionera franciscana de San José, psicoterapéutica,
quien nos ayudó abriéndonos el camino para un conocimiento más profundo desde
un diálogo interior de extrema sinceridad, con nuestros pensamientos,
sentimientos, inquietudes y deseos. Cómo la vida tiene una serie de nacimientos
y muertes, transiciones o de transformaciones y cada etapa es importante y
tiene que ser vivida y aceptada con sinceridad, abandono y confianza en Dios.
5 DE SEPTIEMBRE :
Nos acompañó nuestro padre San José a quien invocamos su protección y
ayuda. Este día el tema era la interpretación
de los sueños. Sabemos que Dios a José se manifestó a través de los sueños,
para unas bobería; otras, escépticas y otras dirán: los sueños, sueños son,
pero son parte de nuestra vida, se encuentran en nuestro inconsciente. Nuestro
itinerario hacia Dios pasa por la realidad de nuestra caverna más profunda y no
podemos ser indiferentes a esta verdad. Cuando descansamos o dormimos,
precisamente podemos penetrar profundamente en los misterios del mundo y del
alma, de descubrir nuevos horizontes, la riqueza interior y transformarnos con
ella.
6 DE SEPTIEMBRE:
Animaron la
liturgia y recreación de este día las hermanas de Ibarra y Guaranda, con la
protección y guía de N. P. Juan de la Cruz. Tanto en la Liturgia como en la
recreación hubo mucha participación y alegría.
Tuvimos también la
grata visita de Mons. Aníbal Nieto, obispo carmelita, que quiso saludar a las
hermanas allí presentes y recordarnos que la fraternidad es lo más importante
en la vida consagrada.
La alegría se
manifestó sobre todo en la noche, cuando
por grupos disfrazamos a una de las hermanas con papel periódico e hicimos que
nuestra imaginación volara más allá de las estrellas. La poesía estuvo también presente con la Hna.
Nancy quien con mucha propiedad nos recitó una hermosa poesía de Sta. Teresa.
Ya en el plan de
estudio, vimos algo muy importante sobre el cómo sanar las heridas y cuán
importante le es al ser humano reconciliarse consigo mismo y con los demás.
Cosas que podemos hacer para sanar las heridas son:
ü
Escribir a la persona en cuestión. (si hemos sido
heridas por alguien)
ü
Hablar con la persona (aunque sea
imaginariamente)
ü
El Ejercicio de la silla vacía,
que consiste en hacer que sea la misma persona que se ponga en el lugar de la
otra y entablar una conversación que lleve a la paz y serenidad.
ü
Escribir la historia de uno mismo,
etc.
En fin, cosas muy
útiles para sanar aquello que tenemos dentro y que muchas veces negamos.
7 DE SEPTIEMBRE:
Santa Teresita nos
acompañó todo el día, sentimos, en la Liturgia realizada muy solemnemente por
las Hermanas de Loja, su presencia y protección. El camino de la infancia y del abandono, el
estar como los niños en los brazos de su
Padre, es la mejor herencia que hemos recibido de nuestra Pequeña Florecita, a
quien encomendamos nuestras jornadas de psicoanálisis propio.
Y como siempre en
la recreación gozamos con los juegos y ocurrencias preparadas por nuestras
hermanas. Dios sea bendito que el
Carmelo es tan natural y alegre que con cosas tan sencillas se disfruta tanto.
Con respecto al
curso para el que vinimos, nuestro ejercicio de hoy fue:
ü
La importancia de perdonar, tanto
a sí mismos como a los demás.
ü
Vivir sin perdonar es como ir
muriendo lentamente.
ü
Hay gente que vive tan amargada por no saberse
perdonar, que lastima su vida y la de las personas que le rodean.
ü
El perdón es como un bálsamo que
colocas en una herida, primero duele pero luego sientes una grandísima alegría,
al ver que ese miembro está sano por completo.
ü
No hay cosa que más carcoma al
alma que la ira, el resentimiento y la falta de perdón.
ü
Perdona, perdónate y luego
experimenta una paz imperturbable.
Cosas todas muy importantes para conservar una salud mental y física sana, para llevar una
vida de comunidad serena y mantener un clima de fraternidad y amistad como
quería la Santa Madre para sus hijas.
Tareas todas que
nos han ayudado y ayudarán en lo futuro a construir en cada una de nuestras
comunidades mujeres de fe, sin traumas y sin tapujos.
8 DE SEPTIEMBRE:
Salida a cada uno
de los Monasterios. Agradecemos de
corazón a M. Verónica y a todas las hermanas del Carmen Alto, por su sacrificio
y abnegación, pues nos atendido con tanto amor. Igualmente a la Hermana Presidenta y Consejo que han hecho
posible este curso. Dios nos bendiga a
todas y nos de su gracia para corresponderle con las obras.
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